La OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), sin embargo, analizó hace unos meses varias marcas de pañales llegando a la conclusión de que los mejores son otros, siendo el veredicto bastante sorprendente.
En total analizó 11 pañales desechables y dos modelos de tela, todos de la talla más utilizada, la 4, que es la que se suele utilizar desde los 9 meses hasta que prácticamente se deja el pañal.
Cómo hicieron los análisis
Para llevar a cabo las pruebas utilizaron maniquíes de bebé capaces de imitar los movimientos de los niños y de orinar (orina sintética, claro), como si fueran niños y como si fueran niñas.
Midieron la cantidad de líquido que los pañales son capaces de retener simulando un uso diurno, cambiando los pañales cada 4 horas y después cambiándolos cada 12 horas, para simular un uso nocturno.
Finalmente comprobaron si el culito del bebé se mantenía seco, con un rayo de luz que ayuda a saber si la humedad se queda en el interior del pañal o llega a la superficie del mismo, entrando entonces en contacto con la piel del bebé.
Los pañales de tela también fueron probados
Probaron pañales de tela de la marca Blueberry y de la marca Popolini y observaron que, a pesar de que son modelos de talla única, que sirven para bebés recién nacidos y hasta los dos años y medio, quedaban peor ajustados que los desechables.
Los Blueberry obtuvieron una puntuación de 59, al mismo nivel que los situados en noveno y décimo lugar de los desechables.
Tienen una transpiración muy mala, una absorción muy buena para niños y muy buena para niñas (al nivel de los mejores desechables), un muy mal ajuste al cuerpo y la suavidad al tacto del tejido interior es aceptable.
¿Y el olor?
Soy padre desde hace 6 años y he cambiado ya unos cuantos pañales. Sin embargo, no he probado demasiados porque las tres veces que hemos tratado de cambiar de marca el invento nos ha salido rana. Cuando probamos los Deliplus del Mercadona nos dimos cuenta de que la orina olía mucho más que cuando usábamos los Dodot, así que volvimos a ellos. Probamos los Huggies y sucedió lo mismo, no neutralizaban tanto el olor. Finalmente probamos los de Eroski, que a nivel de olor no ofrecían problemas, pero provocaron una reacción en la piel de nuestro hijo Aran que nos hizo rechazarlos.
Vamos, que hemos acabado volviendo siempre a Dodot. Tras esta comparativa me acercaré un día de éstos al Lidl para probar los Toujours, si nos gustan, y si neutralizan el olor como los Dodot (de esto no se ha hablado en la comparativa), quizás demos el cambio. Después de dejar Movistar para irme a Pepephone, ya nada me da miedo.
Vía: Ser padres
0 comentarios:
Publicar un comentario